Trabajando desde mi casa
Trabajar de forma remota es una experiencia que amo de mi profesión. Tengo la oportunidad de colaborar con equipos de diferentes partes del mundo, aprovechando la flexibilidad y las ventajas que ofrece el trabajo remoto.
Mi espacio de trabajo está ordenado y adornado acorde a mis gustos, creando un ambiente cómodo y productivo con lo que puedo concentrarme en mis tareas, ser más creativa y productiva.
Además, al no tener que irme diariamente a una oficina, puedo ahorrar tiempo y recursos, que luego puedo invertirlos en leer, estudiar, practicar y otras actividades que aporten a mi crecimiento.
Una mezcla de lo que más me gusta
La posibilidad que tengo de trabajar y viajar al mismo tiempo. En este tiempo que llevo trabajando de forma remota (que son como 3 años aprox.) me di cuenta de que me encanta viajar, y la flexibilidad que el WFA me da la verdad que no la cambio por casi nada.
Trabajar en la profesión que me apasiona y al mismo tiempo poder conocer lugares nuevos, para mí, no tiene precio. 😉
Aprendiendo nuevas o casi nuevas culturas
La oportunidad de colaborar con profesionales de diferentes culturas y con diversas habilidades a través de herramientas de comunicación en línea, como chats y videollamadas, poder interactuar y colaborar con colegas ubicados en cualquier parte del mundo. Esta diversidad cultural y de conocimientos enriquece mi perspectiva y me da la posibilidad de aprender constantemente de mis compañeros de equipo.
Además, el trabajo remoto me ha permitido mejorar mis habilidades de autogestión y organización. Al no contar con la supervisión constante, tengo que ser responsable y disciplinada para cumplir con mis plazos y objetivos. Esto me ayuda a fortalecer mi capacidad de planificación, establecer metas claras y mantenerme enfocada en mis tareas.